jueves, 9 de febrero de 2017

“Siempre”

9 de febrero, siempre un día especial. No por ello te tengo en el pensamiento más que el resto de días. Pero hoy, como cada 9 de febrero, necesito decirte tantas cosas que no sé ni por dónde empezar. Te sigo encontrando en mis sueños con esa media sonrisa tuya tan clásica, cada vez que yo soltaba alguna de mis payasadas. Y te sigo viendo porque para mí jamás te has ido, ya sabes que no podría permitirte eso sin antes agarrarme de tu mano para acompañarte.

Siempre soportando la carga de todos, siempre el faro de tus niños. Ansío ese día en que te vuelva a ver para poder devolverte todo cuanto me diste a cambio de nada. Nunca podré agradecerte lo suficiente el haberme inculcado tantos valores que me han convertido en el hombre que soy. Jamás podré besarte lo bastante para compensar el amor de tus besos que no merecía, pues casi nunca los correspondía por esa forma de ser mía tan descastada. Ya me conoces, el mismo bruto de siempre…Pero no me lo tengas en cuenta, algo debía tocarme por parte del viejo, ¿verdad?
Sin embargo, todo esto no impide que te lleve conmigo, aunque no lo diga, aunque no lo aparente. La condena de seis letras se llevó tu cuerpo hace tiempo, pero nunca podrá arrancarte de mi pecho.

No puedo extenderme más, ya sabes que en estos casos me posee una corbata que se anuda con facilidad. Pero sí voy a terminar deseándote, como cada 9 de febrero, feliz cumpleaños.
Quédate conmigo, tú eres esa luz que ilumina hasta mis días más oscuros. Siempre conmigo, siempre a mi lado…

Pepe Gallego