jueves, 6 de noviembre de 2014

“Mujer Fauno”

Escrita para Origen Art, con ilustración de Fran Galán y figura de Pedro Fernández Ramos.


Un rumor, como el roce de unas pisadas, llamó mi atención. Permanecí inmóvil, aguzando el oído tratando de localizar la procedencia del mismo. Tras unos instantes volví a escucharlo y no parecía estar lejos. Con sumo cuidado, aparté las hojas de unos altos arbustos y entonces la vislumbré. Me quedé petrificado ante la visión de aquel ser. ¡No podía creer lo que estaba observando!, sin embargo estaba allí, ante mí. Era extraordinaria, ¡nunca pensé que vería a una criatura así!

No daba signos de haber advertido mi presencia, así que pude recrearme en sus formas. Parecía imposible que un mismo cuerpo aglutinara tanta hermosura y, al mismo tiempo, transmitiese una cierta inquietud, como una ferocidad oculta en su fisionomía más tosca. Su tez morena, la pequeña nariz respingona, sus preciosos ojos rasgados o sus carnosos labios, constituían una cara que enamoraba, que destilaba belleza y sensualidad. Pero otros rasgos como sus orejas puntiagudas, una afilada cornamenta que coronaba su cabeza, o sus fibrosos brazos, indicaban que algo en ella provocaba sensación de peligrosidad. Y sus patas…sí, sus patas porque era lo que tenía por piernas. Unas robustas, musculosas y peludas patas que se apoyaban sobre pezuñas, hacían que aquella especie de híbrido causara, cuanto menos, recelo.

De súbito, con un rápido movimiento de cuello, giró la cabeza hacia a mí, como percatándose de que me hallaba allí a pesar de encontrarme oculto. Su faz, que hasta ese instante se había mantenido tranquila y despreocupada, adquirió repentinamente un semblante agresivo que me heló la sangre…