Oía, lejano, un goteo incesante. Miró lentamente a su izquierda y palpó con la mano la pared. Podía tratar de aferrarse a ella para levantarse, pero una extraña sensación de cansancio y desgana, que nunca antes había experimentado, le embargaba. Dejó caer el brazo con pesadez y giró de nuevo la cabeza hacia la derecha. Creyó distinguir algo blanco que se acercaba pausadamente, sin prisas pero inexorable hacia él. Intentó distinguir qué era aquello pero lo veía demasiado borroso. Forzó la vista aun más mientras intentaba incorporarse con el codo, pero las fuerzas le flaqueaban. La figura estaba cada vez más próxima y comenzó a ser menos difusa. Era una dama vestida con un traje de raso blanco y con larga cabellera azabache. Cuando apenas se encontraba a unos metros comenzaron a dilucidarse sus rasgos. ¡Parecía ser muy bella!, y le sonreía con una mirada sincera, de ternura.
-Hola - , le dijo la dama de blanco sonriendo.- No temas hijo mío, nada malo te aguarda.-
El rítmico y continuo goteo repicaba como unas campanas de catedral en su cabeza. La voz de la mujer sonaba distante pero a la vez cálida. Él cerró los ojos intentando comprender qué le ocurría, por qué no tenía fuerzas para levantarse, por qué veía la visión de aquella dama de blanco.
Cuando volvió a abrir los ojos, la hermosa mujer se encontraba a su lado y pudo ver el precioso rostro de su madre, pero no como la recordaba en sus últimos días. Ella era joven, quizás en el mejor momento de su vida, y alargaba lentamente la mano hacia él. No sin esfuerzo, siguió con la mirada la mano que fue a posarse en su muñeca, y entonces comprendió lo que le sucedía. Un denso río de color escarlata serpenteaba entre las juntas de las baldosas. El goteo que caía desde sus dedos al suelo era la turbadora visión de la sangre que se escapaba de su muñeca, pero no era la causa del golpeteo incesante que escuchaba. Ese golpeteo eran los latidos de su corazón que cada vez palpitaban a un ritmo más lento.
Una cuchilla de afeitar yacía macabramente en mitad del charco de sangre. No le importó. Alzó la vista para observar a su madre.
- No te vayas.- le dijo- quédate a mi lado.
-Tengo que marchar, hijo.- le sonrió ella mientras le pasaba una mano por el rostro con cariño- y no temas por lo que te ocurre, pues aunque estoy muy enfadada contigo por lo que has hecho, no dejaré que te salgas con la tuya en esta ocasión. -
Y al decir esto, él la miró y le contestó con las pocas fuerzas que aun le quedaban:
- No me importa lo que me pase - sonrió levemente- porque he podido verte por última vez.-
Ella sonrió y dándose la vuelta se alejó hacia una luz cegadora que comenzó a brotar en el horizonte.
Él, cerró los ojos aún con la sonrisa en los labios y dejó que las tinieblas le embargaran. Segundos después, oportunas sirenas rompieron el silencio de la madrugada. Horas después, abrió de nuevo los ojos a una vida que le brindó una segunda oportunidad.
Una cuchilla de afeitar yacía macabramente en mitad del charco de sangre. No le importó. Alzó la vista para observar a su madre.
- No te vayas.- le dijo- quédate a mi lado.
-Tengo que marchar, hijo.- le sonrió ella mientras le pasaba una mano por el rostro con cariño- y no temas por lo que te ocurre, pues aunque estoy muy enfadada contigo por lo que has hecho, no dejaré que te salgas con la tuya en esta ocasión. -
Y al decir esto, él la miró y le contestó con las pocas fuerzas que aun le quedaban:
- No me importa lo que me pase - sonrió levemente- porque he podido verte por última vez.-
Ella sonrió y dándose la vuelta se alejó hacia una luz cegadora que comenzó a brotar en el horizonte.
Él, cerró los ojos aún con la sonrisa en los labios y dejó que las tinieblas le embargaran. Segundos después, oportunas sirenas rompieron el silencio de la madrugada. Horas después, abrió de nuevo los ojos a una vida que le brindó una segunda oportunidad.
Pepe Gallego
La dama de blanco por Pepe Gallego se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
La dama de blanco por Pepe Gallego se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
muy bonito pepe aunque a la vez muy triste...por suerte tiene una segunda oportunidad. me gusta
ResponderEliminarGracias, me alegro que te haya gustado. Por cierto, ¿quién eres?, como no me lo has puesto, jeje.
ResponderEliminarel bubooooo, soy el buboooo y vengo a comerteee
ResponderEliminaraah mi nombre es anonimo, a que es bonito??
Sí, es un nombre muy original...te lo pusieron cuando te perdistes en maternidad?, jejeje...
ResponderEliminarAmigo Pepe me encanta como todo lo que escribes ultimamente jejeje, una vez te digo que vas a tener suerte con esto, te veo con mucho talento guapo, Un besito :)
ResponderEliminarGracias miarma!, ojalá algún día pueda tener una pequeña oportunidad, pero al menos mitigo mis ganas por escribir aquí en mi/vuestro blog, cosa que me satisface un montón. ;)
ResponderEliminarMu chulo. Pero no sabemos si sigue vivo o no. Igual en la ambulancia la espicha porque es del tipo AB y no llevan para meterle en vena.
ResponderEliminarA ver que ha pasado con el hombre.
Jajajajaja...Se supone que vive, de ahí aquello de la segunda oportunidad que le brinda la vida. Pero hay un final alternativo, que es que el nota está tirao en el suelo pero porque se ha hartao de papas con carne y ni siquiera le cierra el botón del pantalón...
ResponderEliminarjoe estoy de resaka ,yo creo que al final el goteo es del tirador de cruzcampo k se kedo abierto,I kill youuuuuuuuuuu
ResponderEliminarJajajaja, ese sería un buen final alternativo,jejeje.
ResponderEliminarJoder! tengo a mi lado trabajando a Arturo Perez Reverte y no me he dado cuenta. La verdad es que hablando contigo se ve que tienes imaginación Malfoid!!
ResponderEliminarNos vemos con los ojos mañana!!!
Jajaja, que va Pedrín, Arturo Pérez-Reverte es el chatarrero flipao que vino al curro el otro día,jeje.
ResponderEliminarMañana nos vemos, cageface.
El próximo relato lo puedes dejar abierto y lo continuamos nosotros y terminarlo con el final que más te guste.
ResponderEliminarPor cierto este quedaba claro, que el muchacho vivía...jajajajja
Me han entrando escalofrios al leerte y sabes por ké? Puede que sea muy mal pensada pero me ha sabido tan....real, bueno ya lo aclararé cuando hable contigo que eso no es para ponerlo aqui... Por supuesto, como siempre, la descripción de todo es perfecta, sigue asi, no dejes nunca de escribir..
ResponderEliminarToñy
Toñy
Noe, no es ma idea, aunque acabaríamos haciendo una comedia seguro, todos soltando pamplinas,jejeje...Gracias por pasarte por el blog y participar, espero que te hagas asidua, jeje.
ResponderEliminarToñy que pasa miarma, me alegra ver que participas en el blog y que te gusta. En cuanto a lo real, quise darle al relato el enfoque desde el punto al que llegan muchas personas desesperadas con la situación de sus vidas, pero no me he basado en nadie en particular, aunque si he conseguido que te resulte realista,entonces estoy satisfecho porque significa que he logrado zambullirte en la historia, jeje.
ResponderEliminarGracias por los ánimos ;)
Me ha encantado tu relato. La verdad es que me ha sorprendido gratamente la manera que tienes de describir la escena que narras.
ResponderEliminarSin duda, eres capaz de introducir al lector en el texto, haciéndolo partícipe de los sentimientos de los personajes.
Bajo mi punto de vista, este relato cuenta con una gran calidad descriptiva; te recreas en los detalles, los cuales nos hacen percibir más claramente la situación en la que se encuentra el protagonista, hasta el punto de conseguir darle el realismo necesario para hacer creíble la historia.
Tengo que resaltar una frase que me ha llamado mucho la atención por el contenido poético que lleva implícito: "Un denso río de color escarlata serpenteaba entre las juntas de las baldosas".
Sencillamente... genial.
¡Enhorabuena por tu escrito!
Kymera. ;)
Muchas gracias Tess, me alegro que te haya gustado y sobre todo que hayas participado aportando tu comentario. ;)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el relato, la forma en como se va abriendo poco a poco conforme avanzas en la lectura para al final sorprenderte.
ResponderEliminarTodo un placer poder disfrutarlo a estas horas en que las ganas de seguir trabajando escasean...
Un saludo.
Gracias Du Guesclin por entrar a departir con nosotros al blog, es un placer ver que mi humilde relato sirve para entreneros aunque solo sea un ratito.
ResponderEliminarEspero verte muchas más veces por aquí. ¡Un saludo!
He empezado a leer tu relato Pepe y me lo he ido imaginando, sintiendolo, sufriendolo, alegrandome y sonriendo al final.............y todo en unos minutos! gracias
ResponderEliminarnur
Las gracias te las doy yo por leerme, Nurdín, ¡faltaría más!, jeje. Me alegro que te haya gustado y generado esas sensaciones. Eso pretendo cuando escribo, conseguir meter al lector en la historia, y me alegro de haberlo conseguido en este caso.
ResponderEliminarEspero que "Letargo" , el relato anterior a este que se encuentra en la otra página, te guste o al menos te entretenga.
Seguiré trabajando para mejorar :)
Está preparado para una 2ª parte con la Pantaruja??
ResponderEliminarJajajaja...serás mamón Sini....si,en la segunda parte sale La Pantaruja como antagonista y se llamará "Estacazos van y vienen"...
ResponderEliminar��... Si es q vales pa tó" (todo tipo de relatos)
ResponderEliminarSi ya es un honor que me leas, ni te cuento si además te gusta. Muchas gracias ;)
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